El sol salía
y yo había visto a un hombre
morir
para siempre
lo que sería perfecto
para el final de un cuento
de Borges
esa mañana apenas tibia
desmesuradas las orillas
de la sensación
el día empezaba
y mis ojos
aunque ya nada inocentes
se desasosegaban
contemplando
la enorme realidad.
Diego Reis, Publicado en revista "Desde el andén" N°9, Verano 2009.
Foto: Cecilia Fresco
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